Desde hace más de 4 años tengo la maravillosa oportunidad de conocer a mi amiga y Coach Sandra Rodríguez, a quien aprecio con todo mi corazón por su inmensa capacidad de creer y vivir el coach, por su responsabilidad a prueba de fuego, por su convicción, además por el amor con el que se reinventa cada día para ser un coach integral y disciplinada que aprende de manera permanente para ser una profesional y persona excepcional.
Me siento muy agradecida con la vida por compartir con una persona y sobre todo con una profesional que todo el tiempo te sorprende por desarrollar en ella y en sus clientes el máximo potencial.
Con afecto, respeto y admiración.