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La Navidad También llamada Pascua, es una de las celebraciones más importantes dentro de la tradición mística del Cristianismo, junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas. En cambio, se festeja el 7 de enero en otras Iglesias ortodoxas como la Iglesia ortodoxa rusa o la Iglesia ortodoxa de Jerusalén, que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano para pasar al calendario conocido como gregoriano, nombre derivado de su reformador, el papa Gregorio XIII.
Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche de bendición’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la Natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.
Existen varias teorías sobre cómo se llegó a celebrar la Navidad el 25 de diciembre, que surgen desde diversos modos de indagar, según algunos datos conocidos, en qué fecha habría nacido Jesús. Sin embargo independiente de lo que cada tradición mística festeje es importante aprovechar esta época mágica del año para recogernos y revisar nuestros resultados en todas las áreas de nuestra vida. El balance nos sirve para observar que aprendimos y que de ello podemos capitalizar para el nuevo año en nuestras experiencias. Evaluar los resultados nos permite elevar nuestros estándares que se requiere para alcanzar las nuevas metas y propósitos teniendo en cuenta el disfrute del proceso, la conciencia y disposición de aprender en cada nueva experiencia.
Un punto clave es evaluar también todas las emociones desde las cuales vivimos los aprendizajes, las emociones nos permiten crecer y auto conocernos a nivel emocional cada vez más, solo de esta manera entenderemos que para alcanzar nuevos y mejores resultados nos corresponde trabajar en construir estados emocionales positivos e ideales para materializar todo cuanto deseemos. No es lo mismo establecer una meta desde el miedo, la angustia y la necesidad que establecer una meta con alegría, poder personal, libertad, apreciación y optimismo.
Así que aprovechar esta época del año en donde la mayoría de las personas están vibrando bajo pensamientos y emociones de gratitud y esperanza es ideal para sintonizar con esa energía y evaluar tus resultados desde el amor y la compasión contigo mismo y con la fe y certeza para este nuevo año 2016.
Así que la invitación es a tomar un tiempo a solas y reencontrarte para agradecer por todos los aprendizajes, por las oportunidades que existieron para equivocarte y para establecer la nueva realidad que quieres crear para este nuevo año 2016.
Aprovecha entonces esta época mágica y sal a gritarle al mundo que estas dispuesto a manifestar tus deseos.
Te deseo una feliz Navidad y venturoso nuevo año.
Con amor,
Sandra Rodríguez
Coach Personal y Entrenadora
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