[vc_row][vc_column][vc_column_text]Decidir darle la espalda a la promesa social de estabilidad personal y profesional, presente durante años como discurso constante en tu entorno, es un acto que requiere coraje.
Alejarte de la aparente seguridad que te brinda el seguir, paso a paso, los peldaños hacia la concepción de éxito, aceptada por tus familiares, amigos y colegas, no es una decisión que tomas de la noche a la mañana.
Ahora que sientes la necesidad latente de cambio, cuando no puedes ignorar esa voz interna que insiste en que te detengas y te dediques de lleno a hacer lo que realmente vibra en tu interior, es momento de que des el siguiente paso con total certeza hacia tu propósito de vida.
El vínculo entre tus valores y tu pasión
¿Tienes habilidad para hacer algo, pero no es realmente lo que amas?
Quizás te haya pasado, y la razón para sentirte insatisfecho, a pesar de estar haciendo una labor que se te da con facilidad, puede ser la falta de conexión entre esa tarea y tus valores.
Sir Ken Robinson, profesor, escritor e investigador británico que cuestiona el sistema educativo contemporáneo, desarrolla el concepto de ‘Estar en Tu Elemento’ como “el estado donde confluyen naturalmente talento y pasión. Es decir, donde está presente tu corazón y tu alma”.
Asegura que “los talentos a menudo están ocultos, tienes que ir en busca de ellos y crear las condiciones para poder desarrollarlos a plenitud”.
Por ello, debes concebir tu talento, no sólo como una facultad de ejecutar tareas que presentan poca dificultad para ti, además, estas habilidades deben estar en sintonía con los valores que te definen como persona, aquellos que, como lo menciona Sir Robinson, son elementos inherentes a tu corazón y tu alma.
¿Por qué es vital esta convergencia de valores y pasión?
Expliquémoslo con un ejemplo que seguro será familiar para ti:
Es probable que hayas conocido a alguien que en general es competente en su trabajo, pero que con el paso del tiempo se muestra poco satisfecho a diario, cansado e incluso de mal humor.
Se trata de esa persona que inicialmente resolvía con tranquilidad y naturalidad obstáculos que para otros podrían ser complejos, tanto en reuniones como en situaciones de gran presión en un ambiente laboral que le exigía ser severo, estructurado y demostrar lo menos posible sus emociones.
Habrás llegado tal vez a admirarlo por ello.
Sin embargo, también notaste que su actitud cambió gradualmente y en ocasiones se vía abrumado, llegando a disminuir la eficiencia y control que antes le hacían destacarse.
Quizás no es la descripción de un compañero de trabajo, quizás esta situación traduce tu realidad actual.
Veamos qué ocurre después…
Un día esta persona toma la decisión de renunciar a la empresa en la que contaba con la estabilidad que otros envidiarían. Algunos meses después se da la ocasión de que te encuentres de nuevo con él(ella) y descubres, a través de su historia, que había una parte de su esencia que no conocías.
Te dice que tras dejar su trabajo encontró una nueva oportunidad en una compañía en la que le permiten compartir ideas en un entorno creativo, donde puede proponer soluciones nuevas.
Además, te cuenta que tiene a una persona a cargo con quien descubrió su talento para enseñar, con quien puede compartir su experiencia y emociones, mostrarse más humano y sensible, e incluso te explica que se encuentra dando mentorías online para otros jóvenes profesionales, quienes desean incursionar en su campo.
Aquí, como puedes ver, esta persona logra unir armónicamente su talento con sus valores y esencia como persona.
Entonces, ¿cómo comprobar que hay sintonía entre tus valores y tu pasión?
Empieza por el principio fundamental de evaluar si realmente te conoces. Solo así podrás identificar esos valores que te definen, interiorizarlos y entender que tu actuar no puede alejarse de ellos, básicamente porque irías en contra de ti mismo.
Te parecerá un poco abstracto, sin embargo, organismos como la ACNUR, en su misión humanitaria, también resaltan la importancia de conocer tus valores para beneficio propio, en la toma de decisiones, así como en la interacción con quienes te rodean:
- “Conocer tus valores te permitirá conocerte mejor a ti mismo.
- Los valores que adoptes te ayudarán a vivir con integridad.
- Podrás tomar decisiones que se adecuen a tu forma de pensar.
- Te permitirán saber cómo invertir mejor tu tiempo y priorizar lo que es realmente importante”.
Teniendo claridad sobre tus valores, podrás avanzar hacia la sinergia con lo que amas, con tu pasión, y desde allí dar el giro que deseas en tu propósito de vida profesional – coaching en propósito de vida profesional.
Recuerda:
La felicidad, si es lo que quieres, es un estado espiritual, no material. Llega al sentirte pleno, teniendo un sentido de propósito y al sentirte auténtico.
Sir Ken Robinson.
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