[vc_row][vc_column][vc_column_text]No hay fórmula secreta, estrategia perfecta o decisión sin consecuencias.
Así es la vida y tiene todo en común con el coaching.
¿Llevas algún tiempo pensando si esto es lo tuyo, si considerar un proceso de coaching sería ideal para ti?, primero ten en cuenta lo siguiente:
“Los grandes coaches saben cómo hacerte el tipo de preguntas que evocan respuestas para mejorar tu calidad de vida. Además, trabajan contigo durante un tiempo determinado para asegurarse de que cumplas con tus compromisos; esa pieza clave conocida como responsabilidad es en la que se forja el proceso de coaching”. Prema Srinivasan, Huffingtonpost.
Te muestran el camino, te guían, te acompañan, pero en esencia eres tú quien encuentra la solución, responde las preguntas y decide tomar acción positiva. Construye creencias renovadoras.
Si luego de leer la premisa anterior las dudas continúan, te invitamos a tomarte un tiempo para pensar si has pasado por una o varias de las circunstancias que enunciaremos a continuación, 5 claves que te permitirán saber si el coaching se puede convertir en tu mejor aliado:
1. Te sientes desmotivado en tu vida personal o profesional
Estás pasando por un periodo en el que no encuentras satisfacción al realizar tu labor diaria. Estás cansado y te es difícil llevar a cabo las tareas que antes desarrollabas con facilidad.
De repente no es tu trabajo, quizás hay realidades en tu casa, con tus amigos o tu familia, que no sabes como afrontar. Algo que solías manejar con mayor tranquilidad.
2. Tienes temor al tomar decisiones en tu vida, no sabes cómo empezar
Eres consiente de la necesidad de hacer un cambio, pero no encuentras la dirección más apropiada para iniciar. A veces parece que fueras a saltar al vacío, y por ello prefieres esperar el “momento indicado”. Sin embargo, parece que nunca va a llegar y ves pasar los días sin poder dar, tan siquiera, el primer paso.
3. Estás estancado en tu vida profesional
Eres feliz haciendo lo que haces. No es que tengas dudas sobre tu carrera, sobre ese oficio que elegiste y que te da múltiples oportunidades de mostrar quién eres, tus habilidades, tus aptitudes.
Ahora bien, llegaste a un punto en el que algo te indica que necesitas avanzar, explorar nuevas facetas, tener otras responsabilidades, en síntesis, crecer.
El asunto es que no visualizas cuál es la mejor alternativa para ti, llegando incluso a agotarte de tu trabajo, a pesar de que es una de las actividades en las que encuentras mayor placer en tu vida.
4. Tus relaciones personales no te benefician, todo lo contrario.
¿Te has preguntado si el problema eres tú, o será que no sabes elegir?
Pasaste por tantas relaciones tóxicas, en las que te hacían sentir menos, te cansabas, te deprimías y cuestionabas principios que en el fondo sabías que no eran negociables.
Todo esto por permanecer junto a personas que no aportaban a tu crecimiento, por el contrario, restaban.
Y aunque no quisieras volver a vivir situaciones tan desgastantes con tu pareja o con tus amigos, de alguna forma sabes que se ha convertido en un círculo negativo que se repite y no tienes las herramientas para detenerlo.
5. Vives con angustia y estrés constante
Te escudas en frases como “yo soy así”, “he sido así desde siempre”.
Esa postura te hace ser presa de la presión social, de tu familia, amigos y las personas que te rodean. Ahí te cargas de responsabilidades que no son tuyas, terminas luchando por cumplir metas que no te has trazado, solo por complacer a los demás.
Y si a eso le sumas el miedo con el que convives a diario, un temor que difícilmente te dejar ir hacia tu objetivo real, que te frena.
Entonces…
El motivo por el que te pregunto todo esto, que te invito a detenerte y pensar si algunas de estas situaciones te son familiares, es para que respondas un interrogante fundamental y simple:
¿Estás viviendo en plenitud la vida que quieres?
A través de un proceso de coaching te harás cargo de tu vida, entendiendo que hay vivencias que te afectan, pero que no son determinantes, por lo que siempre existe la opción de cambiar, de parar y reconsiderar lo que has venido haciendo hasta ahora.
Imagina lo que podrías lograr si dejas a un lado los imaginarios que te detienen, si pierdes el temor por pedir ayuda y tomas las riendas de tu vida.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
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