[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los seres humanos vivimos en un ejercicio constante en el que cuestionamos lo que ocurre a nuestro alrededor, queremos saber por qué se producen ciertos fenómenos o por qué las personas actúan de una forma u otra, un comportamiento propio del descubrimiento natural del entorno.
Sin embargo, trasladar esta curiosidad hacia el interior, reflexionar sobre lo que hacemos, por qué lo hacemos, o si somos realmente felices en el proceso, es algo poco habitual y en cierta medida intimidante.
Te preguntarás, por qué es importante llevar a cabo este ejercicio.
Quizás tengas alguna sospecha…
Es el momento en que terminarás evaluando la columna vertebral de tu vida, esa razón que te motiva más que cualquier otra cosa, que te da valor para afrontar las sucesos no tan positivos que pueden presentarse en tu cotidianidad, es decir, harás un balance sobre tu propósito.
¿Y si descubres que no tienes claro cuál es tu propósito, lo que te apasiona?
Llegar a este punto podría generarte algún grado de preocupación, pero antes de que des rienda suelta a un mar de pensamientos, es necesario que tengas claridad sobre la definición de “propósito” y “pasión”, dos términos que se encuentran profundamente ligados.
Tu propósito
“El propósito debe construirse sobre los pilares del crecimiento y la contribución», así lo define Mark Lack, reconocido coach y speaker estadounidense.
Considerando esta afirmación, debes entender el propósito como tu causa, tu razón.
Esa meta de vida que le da dirección a tu momento presente y tus planes a futuro, te permite entregar lo mejor que tienes como ser humano y terminar impactando positivamente a quienes te rodean.
Ten en cuenta esta condición:
El reconocimiento de tu propósito no solo revelará un fin para ti, además será el hallazgo de la herramienta que te ayudará a transformar tu relación con los demás, aportar y crecer.
Lo vives desde la individualidad y lo materializas en colectivo.
Ahora bien, en dónde entra la pasión en todo esto…
Tu pasión
Hegel afirmaba que “las pasiones son necesarias para alcanzar los niveles más altos de logro”.
Es decir, la pasión es el vehículo que permite explotar tu talento, las mejores habilidades que posees en la ruta hacia la meta que te has trazado.
Para trabajar en lo que te apasiona no hay excusas, siempre se encontrará la forma, el tiempo y el recurso. Eso es lo que las hace mágicas, potencian tus capacidades y te imprimen una dosis alta de voluntad.
¿Cómo confluyen entonces propósito y pasión en un mismo capítulo?
El propósito y la pasión son cómplices en el desarrollo de tus sueños.
En palabras de Lack, «la razón por la que no tienes ninguna pasión en este momento y no sabes cuál es tu propósito es porque has perdido la noción de lo que siempre te debería apasionar … lo que te hace una mejor persona”.
Cuando te alejas o pierdes de vista aquello que te apasiona, la visión de tu propósito se puede distorsionar.
Volvamos ahora sí a la pregunta inicial: qué hacer si no tengo claro cuál es mi propósito…
Restablece la conexión con tu pasión.
Recuerda qué es lo que despierta en ti un sentimiento de satisfacción profunda. Aquello que podrías hacer durante horas y horas sin pensar en qué momento llegará el descanso, de lo que nunca te cansas.
Es esta fórmula la que empleamos en los procesos de coaching personal, con el fin de reenfocar tu energía, alineando propósito y pasión en un eje sólido y adecuado para construir el plan de vida personal y profesional que deseas.
¿Por qué en esta dirección?, porque sabemos que “si todo ser humano está capacitado para despertar hacia el propósito de su vida, y para aprovechar la riqueza profunda de todas sus redes y talentos, tomará años en vez de décadas crear un mundo que funcione para todos”. Brandon Peele. Planet on Purpose.
¿Y tú, estás listo para vivir desde tu pasión y tu propósito? Si te resuena, conoce nuestro Coaching enfocado en ayudarte a conseguir tu Propósito de Vida[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]